Lunes 4 de Enero del 2011, pensar que hace pocos días estaba celebrando con mi familia la llegada del 2011. Inevitablemente tengo que aceptarlo. Un año nuevo ha comenzado y con él, nuevos retos, luchas, batallas, propósitos etc. Que ninguno parece llenar mis expectativas.
Despedí el 2010 con cambios bastante importantes en mi vida. Con buenas noticias departe de mis hermanos que por fin después de tanta lucha, la vida comienza a hacerles gestos de sonrisa.
Me alegraron enormemente sus decisiones para con sus vidas, pero siendo una familia bien unida perdíamos a dos de nuestros más valiosos remeros, que así como muchas familias buscamos sacar a flote un hogar, pero como siempre aparece el peor de nuestros enemigos “El Miedo”, claro no puede faltar la pregunta obligada ¿Y Hoy? ¿Cómo le hago?, ¿Cómo salgo adelante?, ¿Cómo pago la casa?, ¿Cómo pago los servicios?
Hasta ese día había sido un soñador o para muchos un conforme o un mediocre acomodado jajajaja. Que con mi carrera de músico hasta ahora no muy brillante y lo digo desde el punto de vista mundano, el cual no comparto, que basa el éxito en cuantas posesiones materiales o dinero has logrado. No tenía un flujo decente el cual me permitiera hacerme cargo de los gastos de la casa.
La decisión ya estaba tomada, o conseguía un buen trabajo, que junto a los ingresos de mi padre permitieran salir adelante con el presupuesto del hogar o ni se me ocurre cual era la otra opción. ¿La calle quizás?, pero es que seamos sinceros, anteriormente había buscado empleo y prácticamente los ingresos que iba a percibir solo me iban a servir para movilizarme al trabajo
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Mi cabeza daba vuelta y vuelta con estas ideas, la presión que sentía era evidente, a tal grado que mi Madre me dijo “Con esa actitud, no vas a llegar a ningún lado”, por eso bien dicen que los mejores espejos de uno son los demás. Ya me imagino la carita que me manejaba y el ánimo que andaba.
Pues ya desde finales del 2010 traía una idea entre ceja y ceja. Ese año me había dejado un nuevo amor, una nueva pasión, un estilo de vida, una locura, me había dejado una Bicicleta. A mis 25 años me capturo de nuevo, de una manera mágica porque me hizo revivir mis experiencias de niño, recordé tan vívidamente como me sentía y es cierto cuando niño me sentía adulto y hoy de adulto me sentía todo un niño.
Dos ruedas, el mundo y yo. Recuerdo que los toques (conciertos) no marchaban muy bien por esos días y mi bicicleta paso a ser mi escaparate, que loco, iba sonriendo, riéndome yo solo de todo lo que me pasaba, lo que veía en la calle, la mayoría de la gente se me quedaba viendo con cara de ¿y a este que le pasa? Jajajaja ¿Qué me pasa? Simplemente estaba encontrándome de nuevo. Había renacido el niño que llevaba dentro y la verdad que no era el niño, era mí Ser verdadero.
El cual pasamos toda la vida ocultando por estupideces como posición social, carrera, el ¿Qué dirán? Que en resumen se convierte en vivir la vida de otros. Que complicado se me hace conversar con alguien cuando antepongo esas cosas, la mente es rápida y en milésimas de segundo saca a flote lo que te programaron a creer que eres.
¡Hola! Me llamo Sergio Dinarte que hace muchos años estudie en un colegio católico donde me inculcaron excelentes valores, el menor de tres hermanos, me gusta la música, un buen ser humano, que opino esto sobre esto o aquello, con mis altos y bajos. Mis virtudes y defectos y en fin todo un embalaje de identificaciones que me hicieron creer o me programaron y me paro frente a otro ser humano que al igual que yo tiene su gran mole de identificaciones, que en un va y viene cada cual crea sus juicios y prejuicios sobre el otro, lo cual hace que la posibilidad de un encuentro verdadero sea imposible, y es por eso que después ahí pasa la gente hartándose los unos a los otros. Y al final ¿Qué es lo importante?
A medida que salía en mi bicicleta las ideas de niño de descubrir el mundo, viajar, conocer nuevos lugares, culturas. Iban apareciendo de nuevo en mi cabeza, comencé a recorrer mas distancias, a usarla para ir de mi casa a casi todo lugar posible, que en una de esas por poco y la subo a una rueda mecánica “La Chicago” en una fiesta patronal próxima a mi casa. Pero la realidad me martillaba a cada instante. Conseguir un trabajo y dejar en segundo plano mis locas ideas de conocer el mundo. De cierta manera ya me había resignado, pero ¿porque no hacer el intento? De todos modos al fin y al cabo como Santiago lo escribió “La vida es como la neblina que se aparece por un poco tiempo y luego desaparece”, ¿Por qué no intentarlo? Las ideas comenzaron a fluir en mi cabeza, ¿Cómo puedo lograrlo?, ¿Qué necesitaría?, ¿Cómo conseguir apoyo? Y así todo fue tomando forma cada vez más.